¿Qué es la musicalidad?

La musicalidad es la capacidad de entender y transmitir ideas musicales a través de un sistema.

Nadim Silveira.
Pianista tocando en un cuarto calido con notas musicales alrededor

La musicalidad es una palabra que uso mucho y pasa algo sumamente curioso con este concepto.

La RAE (real academia española) la define como “cualidad o carácter musical”.

Es una definición muy amplia, tan amplia que acaba explicando muy poco.

Si un alumno me respondiera eso, le diría “a eso le falta”. Pero eso es solo una parte de la curiosidad.

Pasa que esa escueta definición tiene todo el sentido del mundo, me explico:

Es sumamente difícil ejercer y experimentar un concepto que ni siquiera podemos explicar en el diccionario, y es eso precisamente lo que veo que pasa de manera general en hispanoamérica.

En mis 2 décadas como profesor de lenguaje musical, he podido determinar y resolver una gran cantidad de problemas en mis alumnos, siendo “la falta de talento” el más común de todos.

¿Cómo solucionar la «falta de talento»?.

A falta de palabras mejores, le decimos: “talento, don, la musa, bendición, pacto con el diablo, etc.”

Collage de imagenes: J.S Bach, J. Coltrane representados como santos en la parte superior, Robert Johnson y Paganini representados como diabolicos.

Atribuyendo la musicalidad de estos personajes a elementos sobrenaturales

Algo que para mí se traduce en una sola palabra a la que el idioma castellano le tiene una gran deuda semántica.

En inglés le dicen musicianship, y explica muchísimo mejor (y sin misticismos) lo que para mí es la musicalidad.

Musicianship se define como knowledge, skill, and artistic sensitivity in performing music, lo que se traduce como conocimiento, habilidad y sensibilidad artística al hacer música.

¿Nacemos con musicalidad?

La verdad es que no, NADIE nace sabiendo absolutamente nada, lo que si te puedo decir es que TODOS aprendemos a cantar el cumpleaños feliz o el himno nacional de nuestro país con bastante precisión, ¿por qué será?

Aprender de estímulos es una capacidad que todo individuo posee, con eso si se nace, por eso a mi particularmente me gusta definir a la musicalidad como una capacidad, la capacidad de entender y transmitir ideas musicales a través de un sistema.

Así como todos nacemos con la capacidad de aprender nuestra lengua materna, así mismo nacemos con musicalidad.

De hecho, la música puede considerarse una forma de lenguaje no verbal, un lenguaje artístico.

Y así como podemos aprender idiomas nuevos a los que no estamos habituados, podemos también desarrollar nuestra musicalidad, sin lugar a dudas.

¿Cómo desarrollé mi musicalidad?

Esta es la historia de cómo en el año 2011 fue que despertó mi musicalidad. O mejor dicho, me la despertaron a la fuerza.

Tuve la dicha de experimentar un sistema que cambió por completo mi manera de ver la música y lo voy a compartir contigo en estas líneas.

Primero déjame explicarte cómo llegué hasta allá. Desde niño me gustó el jazz, pero en mi casa no se escuchaba esa música, ni en mi ciudad tampoco, así que mi consumo de ese estilo estaba reducido a las pocas cosas que pudieran transmitir por televisión.

Una de las cosas más características del jazz es que es una forma de arte improvisada, y el discurso melódico que se utiliza tiene muchos elementos particulares, tanto que se habla del “lenguaje del jazz”.

El punto es que durante una buena parte de mi vida intenté aprender jazz por mi cuenta y la verdad es que fue una tarea extremadamente frustrante, y hoy se el por qué.

Aprender jazz por cuenta propia, el lenguaje de improvisación de ese género, es como intentar aprender japonés por tu propia cuenta, leyendo libros y escuchando audios.

Está demás decir que así no se aprendan los idiomas, al menos así no se aprenden bien, y lo digo con propiedad, los idiomas se aprenden realmente por inmersión y ese proceso se acelera y refina con la guía de un profesor nativo; esa es la forma más eficiente.

Pues bien, en 2011 conseguí mi profesor nativo de jazz, y con él simulamos un proceso de inmersión que me permitió finalmente aprender a asimilar vocabulario musical nuevo aceleradamente.

En pocas palabras, despertó mi musicalidad.

¿Cómo lo logró? Pues fue un sistema bastante intensivo.

Lo veía durante 9 horas al mes, un fin de semana completo, y me bombardearon de vocabulario musical que debía escribir, solfear, identificar en discos y usarlo esa misma noche en el bar de jazz donde se presentaba todas las semana.

Fue una escuela maravillosa, la escuela tradicional del jazz; no me dejó más opción que aprender.

Muy diferente de la enseñanza tradicional a la que estaba acostumbrado, y si vienes de un conservatorio sabes de lo que hablo.

Años después decidí aplicar este sistema de enseñanza inmersivo en mis alumnos particulares y del conservatorio, con excelentes resultados.

Siempre pensé, que este método era así de efectivo porque la música es realmente un lenguaje, y es así cómo debe estudiarse; como un lenguaje.

¿Se necesita saber de teoría para desarrollar la musicalidad?

No es necesario saber leer música o tener memorizados todos los conceptos de teoría musical para ser un excelente músico.

Por ejemplo, más de un músico de jazz y de música popular desarrollaron su musicalidad a través de la imitación y la asimilación para luego conseguir la innovación en sus respectivos géneros.

Siempre sumergidos a lo largo de su vida en ambientes de mucha riqueza musical, pero no te engañes.

Este proceso puede llevarte la vida entera y no te garantiza el éxito.

La verdad nada garantiza el éxito al 100%, lo que si puedes hacer es buscar la mayor cantidad de herramientas que te permitan mejorar las chances de alcanzar tus metas.

La lectura de partituras y la teoría musical son herramientas.

Confieso que cuando empecé a estudiar con este método yo tenia una ventaja

Yo podía leer y solfear partituras afinadamente sin problemas y sabia bastante cosas sobre teoría musical.

Ya tenia esas herramientas porque me había formado en un conservatorio durante casi un década.

La lectura de partituras sirve para que puedas entender la música dentro de tu cabeza sin necesidad de escucharla o de tocarla primero.

Y esas herramientas, al emplearse correctamente, son muy útiles para desarrollar la musicalidad con rapidez.

Leer partituras no es nada del otro mundo, y honestamente puedes comenzar a leer partituras simples en cuestión de minutos.

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